Revalorización en tiempos de                        pandemia

02.09.2020
Metrópoli abierta
Metrópoli abierta

Esta nota surgió en base a un análisis profundo y un proceso de introspección en los últimos tiempos de cuarentena. Creo que debemos reflexionar como seres humanos, y poner en práctica una nueva visión y acción para vivir en un mundo mucho mejor. El puntapié inicial del cambio debemos darlo nosotros mismos. Es nuestra responsabilidad... 

Las urgencias de 'antes' ya no son tales en la cuarentena de la pandemia. Son simples banalidades sin valor. La marca del auto, de las zapatillas, de las carteras, de los zapatos quedaron dentro del 'closet'.

A nadie le importa, y menos a uno mismo. Hay una revaloración de las cosas. La pregunta es ¿cuánto va a durar esa revaloracion? Porque la especie humana nunca aprende de sus errores. El aire diáfano que hoy nos satisface, los ríos y mares repletos de peces, seguramente van a quedar como una anécdota de los tiempos de pandemia,

Veo a los adolescentes llenos de hormonas sin barbijos reírse de esta enfermedad, que se puede llevar a sus padres o abuelos. ¿Acaso no les importa? Como decía Steve Jobs en su famoso discurso en la Universidad de Stanford: Uds. hoy son lo nuevo, pero pronto dejarán de serlo. Creo que la cuarentena nos muestra otra perspectiva de la realidad. La miramos en este momento desde otro prisma. Pero soy un escéptico en cuanto a aprendizaje social se refiere. Va a haber una parte de la población que aprenderá los nuevos valores: lo simple. Los nuevos cuidados. Pero una mayoría que olvidará con una amnesia perenne.

La economía y la política volverán a ser la principal preocupación del ciudadano común, sin darse cuenta que esta pandemia deja más bajas que una guerra. Me gustaría que existiera un cambio como sociedad, pero al ver la gente agolparse en los parques porque hay sol, y muchos están sin tapabocas, me muestra a gritos una realidad que se impone como una falta de respeto,

Al no haber cines, teatros, canchas de fútbol, restaurantes, la nueva pelea por el espacio al aire libre pasa a ser un tema caliente en la actualidad. Cada uno quiere su pedazo. Un nuevo tema en agenda: el espacio en las urbes. No toquen mi metro cuadrado parece desafiar quien está con su pareja acurrucado, acompañado de su perro y disfrutando del sol, viendo aproximarse un familión con sillas, pelotas y patines incluidos. Algo impensado en otros tiempos, cuando el cruce de miradas se daba principalmente en los restaurantes, en los shoppings, o en alguna fila puntual.

Es decir la pandemia metió una impronta nueva, una revalorización del espacio de cada uno, el cual previo pandemia nadie reclamaba. El encierro, la actividad física en los balcones, el uso personalizado de los ascensores, el acceso de a uno, de a dos o de a tres en los locales comerciales establecieron nuevos paradigmas inimaginados seis meses atrás.

'Distancia', me gritó una persona mayor que estaba haciendo una fila en medio de la vereda, cuando sin querer pasé caminando algo cerca, a pesar de estar con mi tapaboca. ¿Es acaso una nueva fobia social tener al otro ser humano cerca? Todos somos posibles portadores del coronavirus. Hasta cuando lucimos fuertes y saludables, somos discriminados por posibles 'positivos asintomáticos'. Una amenaza para el otro. Es por eso que suplico aparezca la 'vacuna salvadora' lo antes posible, para no generar más grietas como sociedad, y vivamos hermanados como de costumbre.

El ser humano no está preparado para no dar un abrazo, un beso. Eso ya está en el ADN, viene de generación en generación y se acrecentó en los últimos 20 años. La metáfora del saludo con el codo, en eso queda en simple metáfora. Siempre queda un resquicio de fantasía, en creer en la magia que haga factible el aprendizaje por ósmosis de esos personajes del 'Neandertal', oportunistas, que acaban con todo lo que tienen cerca. Ya sean los saqueos masivos del comienzo, billeteras, celulares. Hasta casas y edificios. La vida por una bicicleta: ya pasó varias veces. Quizás reciban una 'evangelización de valores' que les traiga el respeto y el trabajo como el valor más alto. Quizás. El tiempo dirá.