¿El Covid 19 mató al amor?

22.04.2021
créditos a quien corresponda
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Dentro de los efectos colaterales del Covid 19 encontramos la pérdida de la identidad y la aniquilación de la sensualidad.

En efecto, sólo atractivo para las personas inseguras o exageradamente tímidas, el aparecer detrás de un barbijo o tapabocas fulminó la presencia y nos convirtió sin quererlo en seres anónimos.

¿Cuántas veces nos pasó cruzarnos con un amigo o familiar y no reconocerlos?

Así como el Covid pegó más fuerte entre los adultos mayores en cuestiones de salud, lo hizo aún más fuerte con los adolescentes y jóvenes. Los privó del cruce de miradas, de la provocación, de los bares y las discotecas a altas horas de la noche. De todo ese mundo nocturno lleno de pulsiones que todos pudimos transitar sin limitaciones.

Esas privaciones van a golpear fuerte en la psicología de este grupo que por un lado es el más fuerte a nivel salud, pero el más débil a nivel emocional, Esas carencias de relaciones no son buenas; verse privados súbitamente de lo que las generaciones precedentes gozamos en plenitud es en mi opinión una pérdida enorme.

El Woodstock de los setenta, los lentos y la música tecno de los 80'. Los 90's con esos exponentes de pelo largo, tatuajes, y voces endiabladas. Todo ello contribuía en medio de la rebeldía al amor. El agruparse en los estadios, miles de personas cantando al son de sus grupos favoritos. Un escenario que se pensó nunca iba a desaparecer.

Los que transitan la pubertad se quedan sin sus viajes de egresados, y los jóvenes sin sus mochilas pesadas por el sur de la Argentina encontrando en esos parajes de ensueño quizás al amor de sus vidas.

Los inmunes de hoy, vistos con desconfianza por los mayores son las verdaderas 'víctimas del sistema'. Un pensamiento lateral como el que llevó al 'Karate kid' a convertirse en el villano en 'Cobra Kai' (la remake de la saga ochentosa) nos dice que ellos son las verdaderas víctimas. Aunque no enfermen ni mueren mientras el virus arrasa con la población mayor, quizás estén muriendo por dentro. Los escucho con alaridos nocturnos entre el cemento de esos bloques infinitos del barrio de Belgrano.

¿Quién les va a devolver esos años definitorios de autobúsqueda, de conquista, de vivenciar al mundo a su manera cuando están confinados por un toque de queda?

Aunque a veces siento bronca por su desparpajo, por tener el tapabocas archivado o nunca siquiera haberlo adquirido, en realidad siento lástima, mucha lástima por ser los verdaderos excluidos y perdedores de esta pandemia que les roba a quiénes están empezando a sentir y vivir, dejándolos sin 'esos años' irrecuperables.

Christian Carollo

@elpilotoqueescribe

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