2021: El año que jugamos a ser médicos

En medio de la pandemia hubieron términos y tópicos
reservados al uso médico que pasaron a ser de uso corriente.
Spray de gotas de fluge, alcohol al 70%, protocolos sanitarios, cuarentenas; test de antígenos y PCR: eran términos ajenos a las personas que no ejercían la medicina antes del inicio de la pandemia; pero se hicieron comunes, se vulgarizaron, y hasta se mal emplearon.
El término tapabocas ampliamente criticado no define lo que es un barbijo. Ello conllevó a su utilización, por desconocimiento o a propósito, por debajo de la nariz. Los guantes de látex de uso exclusivo en los quirófanos llegaron a las viviendas de todo el país, y ni que hablar del comercio que se armó en torno a los barbijos de telas inservibles, pero bien decorados (fashion) que empezaron a ser fabricados por marcas distinguidas. Eso expuso muchas veces la estética por sobre la funcionalidad y el cuidado.
Vergüenza deben haber sentido los especialistas en la medicina al escuchar hablar a cualquiera, incluso en los medios de comunicación con terminología que le era ajena. Fue una culturización obligatoria de la sociedad que aumentó sus consultas en 'Google' u otros sitios para aprender de cualquier cosa, con el riesgo que implica muchas veces el contenido erróneo que circula en los medios digitales.
Es algo que los médicos recomiendan con gran ímpetu: no autodiagnosticarse y menos automedicarse en base a información que muchas veces carece de sustento académico.
Lo que si hay que resaltar es que se generalizaron hábitos que deberían perdurar en el tiempo: el mayor lavado de manos, el uso del alcohol en gel, y el tapabocas cuando portemos algún tipo de virus, al menos al viajar en los medios públicos.
En mis primeros años aeronáuticos (hace más de 20) vi pasajeros, en su mayoría orientales, con barbijo incluso en vuelos internacionales de larga duración. Al verlos como una rareza y por falta de criterio más de una vez pensé: este tipo/a debe estar muy enfermo/a para viajar así. Daba temor. Como tantas veces sucede las culturas orientales están adelantadas a la occidental y emplean métodos que son replicados décadas después en el resto del mundo. La realidad era que esas personas lejos de ser una amenaza nos estaban cuidando a todos los demás.
Creo que como sociedad debemos estar eternamente agradecidos a todos los médicos que aportaron sus conocimientos y consejos, ayudándonos a sobrellevar esta pandemia que aún no dice basta; salvando en el camino innumerables vidas. También pedirles perdón por jugar a ser médicos, al menos por un rato, sin tener la menor idea de lo que estábamos hablando.
Pero así es el argentino promedio: un poco técnico de fútbol, otro poco crítico de cine, experto en política y ahora 'la frutilla del postre': médicos.
Mil perdones.
¡Gracias totales!
Christian Carollo
@elpilotoqueescribe
El autor es piloto de línea aérea y escritor. Su novela de reciente publicación se titula: 'La rueda'.
21/12/21